martes, 19 de noviembre de 2013

La doble entrevista a Poniatowska

Martes 19 de noviembre. Mañana celebran los mexicanos la Revolución pero la fiesta se anticipó un día. La "soldadera mayor", Elena Poniatowska, acaba de ganar el Premio Cervantes de Literatura 2013 días antes de presentar un libro muy especial, "El universo o nada" (Seix Barral, 2013), que es biográfico. Narra la historia de Guillermo Haro, el padre de los tres hijos de Elena Poniatowska, una periodista mexicana que es como una piedra en un zapato: pequeña pero dolorosa un día y otro.

Poniatowska contesta paciente al teléfono a la llamada que le hago para sacar una primera reacción al galardón. Es cortante, es temprano, no es lo mismo entrevistar a la gente por teléfono que mirándola a los ojos, sobre todo a los de Poniatowska, azules claros, llenos de vida, vivarachos...

Elena me regala el titular: "Sacar un premio como éste es como un regalo del cielo". Uno que no la conozca demasiado ha de pensar que es una mujer de fe, religiosa, pero no. Estuvo casada con Haro, un eminente astrofísico, y es él quien le habría mandado el Cervantes 2013 desde las estrellas. Quizás, parece decir Elena.

La nota se va deprisa porque Elena es así, clara al hablar, irreverente, bastante. Un compañero periodista pide el teléfono de su casa y a los quince minutos ha logrado cita. Entrevista para España, Elena acepta. El corresponsal me invita y nos la echamos juntos. Nos recibe en Chimalistac, su casa en una de esas calles empedradas, como de pueblo, ubicada al lado de Insurgentes, la avenida más larga de Ciudad de México, una de las más caóticas. Elena contesta una a una a las preguntas de mi compañero, voy de invitado. Cuando tengo un hueco le lanzo la primera: "¿Qué le dirías a tanto joven que en las calles protesta, a tanta gente que no tiene trabajo, que está emigrando?". Elena no se lo piensa mucho pero no pontifica, no les responde a ellos sino al viento:

"Yo, si fuera presidente, que no lo soy, pondría todo el presupuesto en las escuelas, en la educación, porque con la educación también viene la salud" y una vida mejor, declara.

La periodista puede dirigir semejante andanada a México o a España, qué más da. En ambos países hay calles tomadas por protestas ante carencias educativas, por recortes de becas, la precarización de los Programas Erasmus, una vergüenza en un contexto de crisis. Elena no pone dedicatoria a su frase pero creo que a buen entendedor demasiadas palabras sobran. Así es Elena Poniatowska, un torbellino que acaba de cruzar el Atlántico. Esperen a abril, ya lo verán de nuevo barriendo conciencias y complacencias.

sábado, 2 de noviembre de 2013

Quino: The Beatles, pura alegría y frescura

No tenía pensado escribir del dibujante argentino Quino, menos conocido por su nombre propio, Joaquín Salvador Lavado Tejón, pero dos casualidades se dieron hoy. Una, que el propio Quino, al preguntársele qué música era la que le inspiraba, con la que escribía, no supo bien que pensar. Enseguida se resarció, dijo que The Beatles porque eran un grupo cerca del cual había estado siempre y ensalzó su "alegría" y "frescura". Dijo que nadie como John Lennon y su clan habían aportado tanto
Más tarde en Babelia el flamante Premio Príncipe de Asturias, Antonio Muchoz Molina, dedicaba parte de su artículo semanal a ellos, al cuarteto de Liverpool. ¿Casualidades? No creo, más bien estamos ante un pequeño tributo a una de las bandas que más aportaron al mundo con una manera de hacer distintas las cosas distinta a la de entonces.

Alberto Patishtán, un símbolo de lucha contra la injusticia.

Hace dos días viví uno de esos episodios imborrables en mi vida en México. Un maestro indígena injustamente acusado de haber asesinado a seis policías, Alberto Patishtán, quedaba libre al ser indultado. La sociedad civil que le ha acompañado todos estos años dio por bueno el resultado. El medio era lo de menos pero la vía para conseguirlo fue la excepción, un indulto presidencial, vamos, una excepción.
La noticia no contada aquel día fue la derrota del sistema de justicia penal mexicano, que sigue lleno de irregularidades. Es un mecanismo de injusticia, de sometimiento del enemigo, de anulación de las personas, especialmente si son pobres o indígenas. El dinero y los contactos son el último modo de acabar en este país con las injusticias.
Patishtán fue aplaudido y ensalzado como un hombre de paz y sin rencores. Cree que hay que seguir luchando por todas esas personas encarceladas injustamente en México. Son cientos, o miles, quizás decenas de miles pero ahora cuentan fuera de las prisiones mexicanas con alguien que les escucha, que les de conoce y que sabe lo que han pasado.
Patishtán dijo que habían tratado de neutralizarle y luego le hicieron más fuerte. Es cierto, sus enemigos construyeron un símbolo de la lucha contra los procesos indebidos y las arbitrariedades. Un símbolo, algo que ya será imposible anular sin que ello tenga un gran coste político... Viva el maestro Patishtán, y que con todo y su enfermedad, dure muchos años...

martes, 29 de octubre de 2013

Entrevista con el pasado

La exsecretaria de Asuntos Exteriores de México es una mujer brillante que defiende a las mujeres por encima de casi cualquier consideración. Hace años estaba activa en política y condujo los destinos de México. Ahora reflexiona sobre aquella etapa en un libro muy personal, dedicado a sus nietos. A continuación, y al calor de los escándalos de espionaje, Green explica cómo ve esa situación:

Rosario Green consideró el pasado 26 de octubre "una vergüenza" el escándalo del presunto espionaje de Estados Unidos a otros países, muchos de ellos sus propios aliados, e instó a Naciones Unidas a asumirlo por ser un tema "de preocupación general".
"Yo creo que Naciones Unidas sí tendría que tomar el tema", dijo Green (Ciudad de México, 1941) en una de las varias entrevistas celebradas en Ciudad de México con motivo de la presentación de su libro de memorias "La canciller" (Temas de Hoy, 2013).
La exsecretaria de Relaciones Exteriores durante el Gobierno de Ernesto Zedillo (1998-2000) consideró "un despropósito y una barbaridad" las revelaciones a partir de filtraciones de Edward J. Snowden de que EE.UU. ha vigilado a los mandatarios de países amigos suyos, incluido el actual presidente de México, Enrique Peña Nieto, cuando era candidato, y su antecesor, Felipe Calderón.
"Me parece una vergüenza. Que el teléfono personal de un Jefe de Estado o de Gobierno sea intervenido me parece intolerable", explicó la hoy embajadora honoraria de su país y exsecretaria general del Partido Revolucionario Institucional (PRI, 2005-2007).
Green se mostró indignada con que Washington pueda considerar aceptables las labores de espionaje realizadas vía satélite y pinchando los teléfonos de las personas y de los mandatarios, "35 jefes de Estado y de Gobierno" en el caso actual.
"Y no son los enemigos: no estamos hablando de Corea del Norte, de Cuba, de China", estamos hablando de los países europeos, Alemania, España, Francia, que le dijo a (Barack) Obama antes que ningún otro 'si vas contra Siria, yo te apoyo", afirmó Green.
La excanciller sostuvo que las revelaciones de los últimos días conocidas a través del semanario alemán Der Spiegel abren la pregunta de "de parte de quién" está EE.UU., capaz de intervenir comunicaciones privadas de sus socios, y aseguró que la circunstancia de que espiar se haga desde siempre "no lo justifica".
De la situación actual lo que más incomprensible le ha parecido a Green fue la actitud del secretario de Estado de EE.UU, John Kerry", a quien "se le olvidó que es canciller y pensó que estaba dando la batalla para su reelección en el Senado".
"Cuando tranquilamente sale a los medios a decir 'aquí lo importante no son los ciudadanos de otros países, aquí lo importante son los estadounidense y es su protección y su seguridad lo que le interesa a EE.UU.. Si a los demás países no les parece, ni modo (no hay nada que hacer)", agregó Green.
La diplomática mexicana llamó la atención sobre el hecho de que incluso "en EE.UU. hay una gran irritación por el cinismo y la postura de 'acá está EE.UU. y por debajo el resto del mundo'" y con haber dado a entender que "un gringo es más importante que un español, que un francés, que un mexicano", porque a ciudadanos de esos países "sí les pueden hacer daño los terroristas".
En cuanto al papel que debe asumir la ONU señaló que debería empezar a plantearse cómo reglamentar la información que se canaliza a través de las redes sociales y los ataques a la privacidad de las personas.
"Como todo en la vida las redes tienen las dos caras, la positiva (...), y la negativa, que permite el abuso e inclusive por esa vía se denigre y se calumnie", explicó.
"Hay presión política sobre las redes sociales y sus propietarios para develar quién es fulano, las cosas que no aparecen en el perfil" e incluso "correos electrónicos" y otro tipo de información.
Por ello Green señaló que "sí se necesita una reglamentación" y que ésta "tiene que ser internacional".
"Aun sí es y se da, no hay garantía" de que sea efectiva, agregó, "porque no hay nada que impida al 'hacker'" sus ataques, porque esas personas "siempre llevan la delantera".
Señaló que los piratas informáticos deberían ser tratados de forma parecida a los terroristas, pues los últimos "han acribillado vidas" y los segundos, "intimidades".
"Yo creo que el tema (del espionaje) ya se pasó de la raya y sí creo que hoy EE.UU. tiene una situación muy complicada con sus aliados y con sus amigos, y con el resto del mundo".
"Le debe muchas explicaciones a la comunidad internacional: ¿por qué, quién te da el derecho", apuntó, en relación a lo que considera una práctica inaceptable de "espionaje indiscriminado".

lunes, 17 de junio de 2013

José Ovejero no cree en el amor sentimental

Acaba de llegar a México el escritor José Ovejero. Viene con ánimo guerrero, sin intimidarse con una gira extenuante que le llevará a promocionar por nueve países "La invención del amor", obra premiada con el XVI Premio Alfaguara de Novela 2013 en marzo pasado. Tiene muy claro lo que quiere: quitar el artificio, el sentimentalismo, el romanticismo al amor, desmitificarlo, ofrecer una lectura diferente del mismo a través de sus personajes, uno vivo, Samuel, y una mujer muerta, ausente, Clara.
Esta mañana hemos hablado de la novela y han salido comentarios interesantes sobre el momento que vive la España de la crisis, telón de fondo de la novela, que nace nocturna y de la voz sincera de los amigos de toda la vida, los compañeros de copas que comparten juntos una noche de marcha. Es una imagen críptica que dice mucho del momento de dolor y desazón, de la parálisis y de la necesidad de reacción social, una que el escritor solo ve en las calles, en la gente, lejos de las instituciones caducas y corruptas que sigue habiendo en España.

lunes, 3 de junio de 2013

Los cuentos de Élmer Mendoza

El escritor mexicano Élmer Mendoza no es muy afecto a los cuentos. Sin embargo, en un esfuerzo por recuperar algunos, acaba de reeditar su libro "Trancapalanca".
Me encantó uno titulado "Instrucciones para controlar a un narcotraficante armado hasta los dientes". Búsquenlo, está vigente: no solo tiene que ver con narcotraficantes sino también con prepotentes, abusivos, acomodados y demás poderosos. En México abundan los guardaespaldas y para ellos también aplicaría el cuento. Aquí dejo una breve reseña del libro.

miércoles, 30 de enero de 2013

Cassez, libre pero ni culpable ni inocente

La ciudadana francesa Florence Cassez fue liberada hace pocos días en México y enviada a Francia. No fue declarada culpable ni inocente de secuestro, pero un grave error procesal permitió que el Supremo mexicano la dejara libre tras siete años encarcelada. Hace dos años y medio entrevisté a Cassez y para hablar de su situación. Siempre insistió en que era inocente, algo que nunca sabremos. Por el interés que cobró el caso reproduzco ahora un extracto de aquella conversación que nunca vio la luz. Este día la francesa habló del tema con medios franceses:

Francesa condenada admira a la colombiana Ingrid Betancourt y está agradecida con la periodista mexicana Lydia Cacho (JUNIO DE 2010)

La francesa Florence Cassez, quien cumple en México una condena de 60 años de cárcel por secuestro, declaró hoy que admira a la colombiana Ingrid Betancourt y que está agradecida con la periodista mexicana Lydia Cacho, quien, sin conocerla, abordó su situación en un artículo publicado en mayo.
En una entrevista telefónica Cassez dijo que su situación no es comparable con la que vivió la colombiana Betancourt pero ambas tienen algo en común: "las dos fuimos secuestradas".
Cassez se refirió a unas declaraciones de Betancourt, quien el 24 de septiembre del pasado año, en una gala celebrada en Montreal (Canadá), pidió públicamente "un juicio imparcial" para Cassez.
"Yo pienso que peor que la ausencia de justicia y el hecho de no encontrar a los culpables, peor que eso, es condenar a inocentes. No lo olviden, Florence Cassez también nos necesita", sostuvo entonces.
La francesa fue detenida el 8 de diciembre de 2005 por policías, que la retuvieron sin presentarla ante un juez un día y al siguiente, hicieron un montaje con la simulación en vivo, ante las cámaras de televisión, de su rescate.
Por su parte la ex aspirante presidencial colombiana permaneció en manos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), de 2002 a 2008.
"Es una mujer que me impactó, su corazón, su sensibildiad, su calma, su madurez...", explicó Cassez, quien tras conocer el apoyo que le había brindado Betancourt le escribió una carta de agradecimiento, cuyo contenido no ha hecho público.
También extendió su gratitud también Cassez a la periodista mexicana Lydia Cacho, quien el pasado 20 de mayo escribió una columna en el periódico El Universal que tituló "Lo que oculta Calderón".
"No la conozco y tomó partido", explica Cassez, quien tiene consigo una copia de la columna de opinión donde Cacho afirma que "Cassez es ya un símbolo en Francia, no por lo que mostró la autoridad mexicana en los medios, sino por lo que parece querer ocultar".
En el artículo la periodista, reconocida por su activismo en favor de las mujeres y contra las mafias de la pederastia, se pregunta por qué el presidente Felipe Calderón se ha opuesto a que la joven purgue su pena en Francia, algo que permite la Convención de Estrasburgo, ratificada por México e invocado por Francia, que mantiene reservas a un artículo.
Éstas constituyen "un impedimiento para garantizar que Florence Cassez purgue la totalidad de su pena en territorio francés", según el Gobierno mexicano.
Cacho recuerda que el sistema de justicia penal en México es inoperante, víctima de las "incapacidades y la corrupción de las procuradurías (fiscalías)", lo que ha motivado una aplicación de la justicia deficiente.
"Digamos que ya nos acostumbramos (en México) al perverso juego de la justicia diferida, la protección de los verdaderos culpables, y el doble discurso presidencial sobre el crimen y el castigo. Pero en Europa apenas están descubriendo esta realidad atroz", apuntó Cassez desde el Centro Femenino de Readaptación Social de Tepepan, en el sur de la capital mexicana.
Finalmente la presa francesa Cassez se dijo también muy agradecida con el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, quien repetidamente ha pedido al presidente Calderón, de México, que permita que Cassez sea repatriada para que cumpla su condena en Francia.
"Políticamente él me defiende bien, muy bien (...) Qué bueno, qué suerte, qué afortunada. Toda mi vida estaré agradecida con eso", agregó Cassez.



miércoles, 23 de enero de 2013

Carrillo Salcedo, "campesino del Guadalquivir"

El internacionalista español Juan Antonio Carrillo Salcedo falleció el pasado 19 de enero en Sevilla, la ciudad donde enseñó con generosidad muchos años. Era un maestro en derechos humanos, como se lo reconocieron importantes amigos. Fue un profesor enorme, generoso y conciso, curioso, rotundo cuando tenía las ideas claras, o sea, siempre.

Conoció algunas de las sentencias más importantes del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) en los años en que pasó por esa institución. Tras estar en el exterior regresó a Sevilla, donde era uno de los profesores más prestigiosos de la Universidad Hispalense.

Era un hombre cabal, serio pero a la vez claro. Tenía una ética de hierro y se consideraba a sí mismo un "campesino del Guadalquivir".

En lo personal, acrecentó mi curiosidad por los derechos humanos, a cuyo estudio he vuelto hace poco. Sé que siempre estará en mi recuerdo. Mi tesis tendrá una dedicatoria para él.