lunes, 17 de octubre de 2011

"Me llamo Rachel Corrie", un canto a la paz palestino-israelí

Estos días se está presentando en México la obra dramática "Me llamo Rachel Corrie", un monólogo pacifista inspirado en una joven estadounidense asesinada por una aplanadora israelí en marzo de 2003. Sin quererlo esta universitaria estadounidense se convirtió en un símbolo de la paz en el contexto del conflicto palestino-israelí.

No es normal que ese conflicto llegue hasta nosotros pero lo ha hecho casi como pretexto, en una magnífica obra de teatro montada por Edgar Álvarez y por María Inés Pintado. Se estrenó en 2005 de mano de Alan Rickman, de la Royal Court de Londres. Estuve viéndola hace unos días y hablé con los protagonistas, director y actriz.

Edgar me contaba que el proyecto le llamó porque "pone en el centro de la discusión los derechos humanos". "El tema me movió mucho, no exclusivamente por que sea la guerra entre Palestina e Israel, sino tratar de ubicar una guerra lejana y que se nos volviera cercana. En México estamos viviendo otra guerra parecida (del Estado contra las organizaciones criminales, aunque sea otro tipo de guerra".

Pintado, que da vida a Corrie y a sus parientes, señala que protagonizar la obra fue "un regalo" que le ayudó a "profundizar en el tema de Palestina". "Ha sido muy complicado el proceso", tres meses de trabajo hasta la puesta en escena. Explica que la actuación ha sido su reto mayor hasta ahora, un trabajo sobre "un tema importante, universal, una oportunidad de sensibilizar un poco a la gente con respecto a la violencia tan espantosa que estamos viviendo en el mundo".

Rechaza de que Rachel sea una mujer ingenua por querer cambiar el mundo. "Era una persona visionaria, tenía un gran espíritu de lucha y era una gran artista, escribía muy bien. Era de esos pocos seres que existen o que existieron, todavía, que quieren poner su granito de arena".

La obra se mantiene en cartelera del teatro El Granero, en el Centro Cultural El Bosque hasta finales de noviembre. Merece mucho la pena, me hubiera gustado mucho ir con mi pequeña.

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