domingo, 26 de diciembre de 2010

La aldea

Acabo de hablar con un amigo que vivió casi treinta años en América y que ha vuelto a su pueblo de Huesca, Zaidín, a cumplir con la gran ilusión de su vida y después morir en paz. Hace dos días mi padre me contaba que una red internacional de prostitución se radicó en su pueblo, Arroyo de San Serván, Badajoz, y logró sacar del anonimato a la población unos días poniéndola en lo más alto de las noticias cuando los detalles del secuestro de una menor trascendieron. Desde el juez de paz a los vecinos, todos conocían la situación pero ninguno hizo nada por remediarla...

Decía Saramago una frase sobre su pueblo natal que le retrataba: "Regresar a Azinhaga ahora es regresar a otro lugar que ya no es mío. La personas, en realidad, habitamos la memoria. La aldea en que nací sólo existe en mi imaginación" (21 de septiembre de 1996). Son días estos navideños en los que mucha gente regresa a su pueblo, ciudad o aldea. Son lugares donde habitan aún personas queridas y referencias imborrables aún a pesar de los mundos virtuales que hemos reconstruido y que a menudo están más presentes que aquellos esenciales, que diría Saramago.

Quizás uno de los viajes más difíciles que haya sea la vuelta al origen. No tendría por qué por qué abrir una herida sino más bien ser un ejercicio de madurez y de sinceridad con uno mismo, un retomar quiénes somos y repensar lo que ha sucedido en nuestras vidas desde lo simple, desde un espacio en que se forjaban ilusiones o sensibilidades primarias. No queremos admitir que la aldea pesa y que lo hará siempre, más quizás de lo que cuentan la ciudad, la globalidad, el mundo moderno, instantáneo y desbocado tantas veces con el que convivimos muchos a diario.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Sin noticias de Diego Fernández de Cevallos

Diego Fernández de Cevallos es un político mexicano que permaneció casi siete meses secuestrado y que hace unos días fue liberado. No doy fechas precisas de la duración ni de su puesta en libertad porque ambas son un misterio. El pasado 20 de diciembre escribí dos notas informativas sobre su liberación, minutos después de que un periodista de Televisa lo hiciera público. El informador desinformaba, o al menos contaba una media verdad. ¿Por qué? Ofrecía detalles de la liberación, que el político estaba bien de salud, pero sólo parciales. Faltaban algunos esenciales: cuándo fue liberdo; por quiénes; se pagó o no un rescate; quiénes le secuestraron; por qué lo hicieron.

Los medios nos lanzamos tras la noticia y se nos dieron con cuentagotas. El "Jefe Diego" no dio detalles y perdonó a los que se lo llevaron. Supuestamente pagó 30 millones de dólares por su libertad. El Gobierno dijo que continuaría una investigación que o no ha existido o no se quiso hacer adrede, y medios de comunicación, como Televisa, expresaron con júbilo que ellos, que impusieron un silencio informativo en el caso, lo levantaban ahora porque había un desenlace, por cierto, positivo.

Pasan los días y comienzan a filtrarse detalles inquietantes del hecho: la liberación se dio el 11 de diciembre, nueve días antes de ser anunciada, un día después de que una terrible explosión en instalaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex) en San Martín Texmelucan acabara con la vida de 29 personas, la mitad de ellos menores.

Ninguna autoridad mexicana ha ofrecido información ni aceptado preguntas sobre el hecho. Parece que el mismo presidente de México, Felipe Calderón, calló nueves días la noticia, hasta que a alguien de su entorno, su equipo o su partido, le convino darla. ¿Es este un Estado con mayúsculas o un estadito de pequeños intereses particulares y poderosos, de minoría, que condicionan los de una mayoría engañada, desinformada? ¿Se puede permitir que un secuestro de alto impacto concluya cuando le da la gana al capturado? Estamos en un país de simulaciones y de engaños, donde la verdad se sacrifica frente a otros intereses. La desconfianza cobra valor, da vida, tiene sentido en el México de hoy, medio México.

Rivka Galchen y la noción de cómo el amor mata

Me encontré con la escritora estadounidense de origen canadiense Rivka Galchen en la librería "El Conejo Blanco" del barrio de La Condesa. Apartó su laptop y empezamos a hablar de "Perturbaciones atmosféricas" (Almadía, 2010; Atmospheric Disturbances, 2008) sin prisa. Es lo bueno de sacar algunas entrevistas del estricto horario de trabajo.

Rivka (1976) era doctora de medicina general en Nueva York, una profesión en la que entró presionada un poco por los suyos y a la que se dedicó, posiblemente, sin pasión, pero colgó los trastes y entró en el mundo de las letras. Su primera incursión ha sido una novela sobre el amor y los equívocos que encierra, una reflexión sobre cómo se puede perder la capacidad de amar con el paso del tiempo, anclados en la imagen de alguien que fue, y ya no es, alguien que estuvo pero que se transformó, quizás, en otra persona, con el paso del tiempo. A menudo no sabemos cómo interpretar los cambios en las personas a quienes más queremos, con quienes convivimos hoy o lo hicimos en el pasado. La sombra de lo que fueron puede ser muy alargada, años, décadas, y crear en torno a ellas una imagen distinta a lo que son.

El tiempo y la distancia son imponderables, circunstancias que condicionan casi todo lo que somos pero no podemos permitir que el presente quede anclado únicamente en ideas o imágenes del pasado, monstruso o ideal, que ya vivimos. Curioso, que por un lado vivamos un culto al presente y al momento, y que por otro, como sucede con Galchen, lo que viene del pasado domine tanto un momento en nuestras vidas que se convierta en algo demasiado alejado de la realidad, capaz incluso de matar, inmisericorde, la pasión y el amor.

Élmer no cree en la "narcoliteratura"

Élmer Mendoza es un escritor sinaloense amable, culto y aterrizado. Ese último calificativo se usa en México para describir a aquellas personas que tienen los pies en la tierra, que conocen a la gente, que son capaces de mirarles a los ojos y de entender su corazón. Élmer tiene esa capacidad desde hace años. En 2005 le entrevisté por primera vez y le he seguid de cerca.

Hace casi un mes le entrevisté y a pregunta expresa sobre si se le podía colocar en lo que algunos llaman "narcoliteratura" dijo que no, que los críticos o periodistas que usan esa etiqueta hacen gala de una enorme "pereza mental". La clasificación es endeble, forma parte de una extraña moda en Mexico de asociar todo lo que sucede con el narcotráfico sin ser capaces de entender que la realidad del crimen organizado es más completa y de que es un sinsentido total, completo, atribuir todos los males, carencias e injusticias a una realidad particular, la de los traficantes de droga, sus sicarios y su violencia, como el actual Gobierno ha querido hacer.

La Cumbre de Cancún

Ha sido la XVI Conferencia de las Partes de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP16) una cita intensa, de bajas expectativas y positivos resultados. El mayor fue el de devolver la confianza en el multilateralismo y un papel preeminente a Naciones Unidas a pesar de que Bolivia se convirtió en el paria del sistema. Con todo y visita de su presidente, Evo Morales, el país sudamericano ni supo, ni quiso, sumarse al pasito que dieron los demás miembros de la comunidad internacional hacia la constitución de un nuevo régimen de protección climática que aún parece muy lejano.

Ni las olas de frío, ni las inundaciones, ni las sequías que no padecen los poderosos del mundo pero sí sus sociedades, sean más o menos desarrolladas, les permiten sensibilizarse sobre un problema que plantea aún algunas dudas y escepticismo pero que acumula evidencias cada vez mayores y más rigurosas sobre su existencia.

En lo personal pienso que hace falta hacer mucho más en mitigación, creerse la historia de que las economías tienen que empezar a cambiar hasta ser libres de carbono y lo menos contaminantes posibles, pero también conocí de cerca la dimensión de negocio y económica que tiene ese cambio. El primer día un miembro de un organismo de cabildeo estadounidense me confesaba a las puertas del hotel que ellos sabían que el nuevo régimen climático mundial les iba a costar dinero, pero que lo que buscaban era que ese corte sea el menor. Era una actitud defendible para alguien que en treinta o cuarenta años no estará en este planeta, no para los que en este momento están en sus años de infancia o adolescencia, esos que en breve exigirán cuentas y mirarán con desprecio quizás a los que no fuimos capaces de interpretar a tiempo la urgencia de los tiempos que se avecinaban...

jueves, 28 de octubre de 2010

La frustración

Conocer un país distinto es muchas veces bucear en una nueva cultura. Es aprender de nuevo nuevos códigos básicos, lengua, cultura, y conocer de cerca conceptos nuevos. Habalr de la revolución Meiji, clave en la modernización de Japón, no tiene casi nada que ver con conocer de cerca la Revolución mexicana, con sus mitos, sus héroes y su construcción nacional. Uno lee a García Márquez y entiende más de América Latina, o se acerca al Quijote y entiende un poco más del ser español. Vargas Llosa explica el poder, y Carlos Fuentes, quizás, el peso de la historia en la vida de la gente, cómo condiciona su libertad.

Carlos Monsiváis era una ciudad, la de México, y la dejó este año menos vital, más pálida, menos entendible en su complejidad. Cruzar la barrera de los países, bucear en las culturas es un acto de profunda frustración, a menos que llegue un momento en que con unas cuantas obras clave, con un montoncito de vivencias, uno pueda entender el todo y convencerse de que está más cerca de entender a los seres humanos. Frustración...

martes, 19 de octubre de 2010

Don Mario

Siempre es un enorme placer que un escritor que nos ha conmovido con sus historias sea reconocido. Pocos cuestionaron que lo fuera el 7 de octubre pasado el peruano Mario Vargas Llosa. Son las suyas novelas intensas por lo general, con personajes cincelados, trabajo psicológico, observación, tramas llenas de recovecos por los que se entra y accede a caracterizaciones, connotaciones, matices que funcionan como resortes, que uno toca y permiten el acceso a un aspecto nuevo de la historia. Es un perfeccionista.

Me tocó perseguirlo en los años noventa, en Tokio, cuando se presentaba a la reelección su enemigo político número uno y él estaba invitado a un foro sobre la Trilateral.

En el hotel Okura, un domingo por la mañana sacrificó su receso para el café para atender a un periodista que se le había aparecido como por arte de magia en Oriente. Actuó con naturalidad, fue amable, contestó a todo y se volvió a meter a discutir sus ideas y visiones de Latinoamérica con los que le habían invitado.
Después ya no hemos hablado pero sí coincidido en la Feria del Libro de Guadalajara, el "alma de la cultura iberoamericana" por nueve días, como dice su presidente.

Precisamente una amiga de allí me decía exultante el día del premio que estaba feliz porque premiando a Vargas Llosa se galardonaba "por fin" ... ¡a un escritor que le gustaba! Nos reímos juntos y seguimos hablando de "La fiesta del chivo" quizás...

domingo, 10 de octubre de 2010

Netriodismo

Podría definirse como el periodismo que se hace con internet y las redes sociales como base. Sería una definición adecuada a un tipo de periodismo que va creciendo cada vez más, que tiene algunas virtudes como la capacidad de ser interactivo, bidireccional a menudo, seguramente más democrático y diverso, pero también algunos inconvenientes.
Cada vez más es común percatarse de que los "mainstream media" o los medios masivos de comunicación, han adoptado prácticas del periodismo de internet. Abren foros, están en twitter, facebook, invitan a la gente a participar en ellos con el envío de opiniones, imágenes, textos propios, participación en una palabra. Se terminó la hegemonía de las mesas de redacción verticales y autoritarias.
Sin embargo hay peligros mayores. Por una parte florecen los periodistas que convierten en noticia un twitt; el rumor reina y vuela en la red; la errónea concepción de que el nuevo medio sustancia una noticia de por sí hace que los informadores parezcamos más cazadores de mariposas amateurs que líderes de opinión, informador y cultivados.
¿Debemos conformarnos, por ejemplo, con los mensajes de un Presidente enviados por twitter sobre una tragedia o poner presión para que comparezca públicamente y responda a preguntas? ¿No es más coherente y consecuente con una sociedad democrática un mandatario que rinde cuentas que el que se oculta tras las tecnologías y aparece o desaparece cuando es su voluntad? ¿Estamos más informado o desinformados con los nuevos medios?

viernes, 27 de agosto de 2010

Error mediático

Un joven ecuatorioano protagoniza un milagro: 72 compañeros suyos, indocumentados de El Salvador, Honduras, Brasil y Ecuador, fueron asesinados por el crimen organizado en Tamaulipas (México). Él se salvó, escapó y se encuentra ingresado ya en un hospital de la Marina. Al día siguiente del hallazgo, una foto del chico, dormido, aparece en varios diarios. Entraron los fotógrafos, tomaron la imagen y los medios de comunicación las tomaron. Portadas, imágenes en internet y en diarios, muestran al chico.

Además una fuente oficial ecuatoriana revela el nombre completo y "Freddy" se convierte en blanco de coyotes, policías corruptos quizás, del crimen organizado en México y de posibles bandas estadoundenses, el país donde están los padres del joven. La tía del chico, que tiene 17 años, habla con unos y con otros; la prensa se lanza a conocerle y las autoridades de su país lo convierten en "ciudadano ecuatoriano". El joven herido duerme en la cama de un hospital de Tamaulipas mientras su rostro da la vuelta al mundo.
Si algo le queda hacer a México después de la vergüenza e indignación que envuelven el caso es proteger la vida del joven mientras que los gobiernos, mexicano, ecuatoriano y estadounidense, deciden su futuro. Seguramente "Freddy" cambiará de vida, volverá al anonimato, pero sus parientes vivirán en el mismo lugar que ahora, en su pueblo serán conocidos y quizás hostigados, puede que ajusticiados por criminales. Los tentáculos del "crimen organizado" son largos y el "sueño americano".

viernes, 20 de agosto de 2010

Miguel Ángel Blanco (Ermua, Euskadi 12 de julio de 1997)-Edelmiro Cavazos (Santiago, Nuevo León. 18 de agosto 2010)

Estos días han sido de convulsión social en México. Este es un país poco articulado. La desigualdad marca la pauta y desune, desvertebra, imposibilita que los mexicanos se muevan como cardumen, en una dirección, hacia un objetivo común. Sin embargo esta misma semana ocurrió algo insusual. Un joven alcalde de 38 años, Edelmiro Cavazos Leal, fue asesinado por sicarios en Santiago. No actuaron solos. Policías corruptos abrieron puertas y cerraron los ojos lo necesario para que los carniceros llegaran hasta el político.

Como sucediera en 1997 con el concejal del Partido Popular español Miguel Ángel Blanco, apenas 48 horas después del secuestro Cavazos apareció asesinado con tres tiros. Creo que uno se lo dieron en la cabeza.

Los descerebrados que le atacaron son sicarios al servicio del crimen organizado, individuos que decidieron vivir en el lado del riesgo y el plomo, seres capaces de corromper y de venderse al narcotraficante que mejor paga. Son cobardes, no actúan de frente sino en medio de la noche y nunca en un uno contra uno. Van en grupo y matan porque les conviene aterrorizar.

Ayer enterraron a Cavazos entre muestras de dolor y gritos de traidor. Me recordaron las escenas y los gritos que escuché a lo que sucedió en Ermua en 1997, donde los terroristas de Eta segaron la vida de Blanco, de 28 años. Cavazos tenía 38pero me parecer que las muertes de ambos sirvieron para poner a sus respectivas sociedades en guardia hacia la barbarie. México se merece mucho más que corrupción, miedo y sangre. Euskadi necesita paz, cohesión social, diversidad y paz, paz, paz. La sangre que ha corrido estos días, y el clamor popular que ha surgido, se me hicieron savia del mismo tronco, energía para un mismo fin: buscar la paz y una sociedad mejor, más unida, menos fracturada, confrontada, confundida. Es difícil que los terroritas o los sicarios entren en razones cuando se han acostumbrado a vivir con la adrenalina a cien y a sembrar el miedo. No caben en una democracia. Hay que unirse para decirles ¡basta ya! Tras la muerte de Blanco algo cambió en el País Vasco... Ojalá suceda lo mismo en Santiago.

martes, 27 de julio de 2010

Déficit de imagen

Tuve la suerte de pasar varias semanas de julio fuera de México y acabo de regresar. Fue un viaje expansivo y despreocupado, alejado del día a día, no de las noticias. Lo más triste fue, como casi siempre en vacaciones, regresar, sobre todo porque percibí el enorme peso que tienen la violencia y el crimen organizado sobre el día a día de los mexicanos.

Fuera de México la impresión generalizada es que el país está inmerso en una especie de "guerra", como decía abiertamente hasta hace poco el presidente Felipe Calderón y los periodistas descuidados que comparten esa versión oficial. Guerras son otras, lo que sucede en México es una grave descomposición social aderezada con violencia, aquiescencia en muchos casos y, de lo más grave, una tolerancia con la corrupción y la impunidad a todos los niveles del Estado menguante que nos protegía y ahora lucha por su supervivencia.

En el Hay Festival de Zacatecas, celebrado el mes pasado, Élmer Mendoza decía que jamás ganará el presidente de México la batalla que se inventó. Creo en la buena fe del mandatario pero no comparto ni la estrategia ni el enfoque que ha dado a la prioridad política del sexenio. México tenía y tiene asuntos tan o más graves que el de la inseguridad que han sido relegados o abandonados. El fracaso de Calderón, que aún trata de salvar su mandato y que, ojo, podría tener poco margen ante el problema, es prácticamente un hecho. La sociedad mexicana se merece algo mejor que la mano firme prometida, el dolor advertido, y el desamparo que se siente a diario. Llegué de fuera, entré de lleno en este país y aún creo que hay espacio para la esperanza. Ojalá otros viajes concluyan de otro modo, con más luces y una sensación traída de fuera de que México es más respetuoso, tolerante, progresista, justo y humano con su gente, lo más importante ahora.

martes, 4 de mayo de 2010

"Presunto culpable"

Documental desgarrador que muestra las injusticias que hay en el sistema de justicia mexicano. Un joven vendedor ambulante, Toño, es arrestado y acusado de homicidio en diciembre de 2005. Comienza una larga batalla legal que le lleva a ser sentenciado y condenado a más de veinte años de cárcel hasta que un tribunal superior, de apelaciones, encuentra que hay una "duda razonable" y opta por pedir la liberación inmediata del reo.

José Antonio Zúñiga pone el drama en este documental que dos abogados mexicanos, Roberto Hernández y Layda Negrete, y un tercero ante el juez, Rafael Heredia, trabajaron durante años, hasta conseguir la inmediata liberación de Toño el 3 de abril de 2008.

La historia tiene nombre y apellidos pero los abogados-activistas la utilizan para mostrar que son muchos los inocentes capturados por la policía en México y, de ese modo, dándoles tanto poder a los agentes en el caso, los juicios no son más que actos de simulación por parte de los jueces, los funcionarios de prisiones y los abogados, que con frecuencia ni siquiera lo son, como en el caso.

La justicia mexicana está en transición de su absurdo sistema actual de culpables fabricados a un sistema con la presunción de inocencia en el centro, un cambio brutal que tardará en ponerse en marcha ocho años, del 2008 a 2016. Conviene seguir de cerca los cambios radicales que permitirán, si son puestos en marcha, cambiar la Administración de justicia en México, una democracia y un Estado que muchos considerarán fallido viendo la historia de Toño.

jueves, 22 de abril de 2010

Pacheco, acosado

El enorme poeta y mejor persona, José Emilio Pacheco, genera cierta lástima estos días. Un país que le desconocía hace poco, España, le ha premiado con su más alta presea, el Premio Cervantes de Literatura 2009, el Nobel de Literatura en lengua española, para muchos. Pacheco dijo que no se lo creía cuando lo ganó, y siento que lo dice de corazón. Es un poeta que habla siempre de corazón, como si lo tuviera en la mano y lo mostrara en cada verso o en cada palabra.

Tengo la impresión de que estos días de agasajos y halagos vemos a otro Pacheco, un hombre adulado a pesar de su modestia y su intranquilidad ante un micrófono, una pregunta que no se refiera a la lírica, o una requisición que, por ejemplo, se le haga sobre la violencia que existe en México.

El poeta es ante todo poeta, parece repetir una y otra vez a quienes le insistimos desde los medios como energúmenos insaciables. Pacheco es un poeta de pies a cabeza que se debe a sus amigos, como Carlos Monsiváis, y a la poesía. No tiene más patria que la poesía, ejerce de lo que es y no trata de engañarnos con frases para la posteridad ni con vanagloria. Este blog surgió buscando rescatar voces, anécdotas, momentos no demasiado mediáticos, escondidos, que pueden pasar desapercibidos en medio del espectáculo mediático, sea ante temas sociales o ante los literarios. Aquí tenemos una voz poética viva y enérgica. Me encantaría que quienes la escuchan se dejen prender por ella, no por el fasto y la espectacularidad del evento de la premiación, sino más bien por la voz humilde, solitaria y magistral de un poeta auténtico...

martes, 13 de abril de 2010

School days

El poeta aleman Rainer María Rilke (1875-1926) decía que la única patria común que tiene el ser humano es la infancia pero en eso, como en otros muchos aspectos de la vida, hay niveles y clases. Este día la pequeña reina de mi casa fue por primera vez a la escuela y lloró. Técnicamente ha terminado el paraíso de su infancia al borde de los dos años. Se puede ver como una pérdida o como el comienzo, el primer pasito animoso, hacia formar su personalidad individual. No creo en el individualismo a ultranza pero este movimiento hacia la libertad, la madurez, la unidad, entendida como la suma de obra y pensamiento de cada uno, es decisivo...

Sonali no lloró mucho, apenas sintió extrañeza en el lugar extraño donde permaneció un ratito, su primera escuela, y tuvo suficientes recursos como para hacerse un pequeño hueco individual y estar con sus iguales, niños y niñas de su edad. Es un gran avance, una tremenda suerte que algún día podrá conocer tal y como se lo cuenten su madre o su abuela, como un pequeño triunfo, un milagro para una personita tan pequeña a la que le queda tanto por descubrir...

lunes, 15 de marzo de 2010

Delibes, en las dos orillas

Desamparo y frustración. Esos fueron los sentimientos que me asaltaron el 12 de marzo pasado cuando, tras saber de la muerte de Miguel Delibes en Vallalodid, me aboqué a buscar reacciones al deceso entre escritores mexicanos. Quemé mi agenda de contactos y el resultado fue penoso: hubo quien me dijo que no le conocía bien, otros no me contestaron, como si se tratara de una muerte más, y algunos abiertamente me dijeron que no les gustaba lo que escribía.

De todos los testimonios el que más me emocionó fue el de un poeta mexicano multipremiado, importantísimo, quien reconoció que lo conocía "muy mal". Admitía que le había gustado todo lo que había leído de él pero señalaba que era poco, y no se atrevió a hablar de su pérdida. "Siento muchísimo la muerte de Delibes y siento mucho no poder estar a la altura con un comentario", señaló el insigne poeta. Su postura me pareció incontestable y no insistí.

No me ofusqué con la derrota periodística. Quedé conforme con haber reconfirmado que Delibes tendrá un sentido homenaje en la próxima Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) pero a la vez desolado por que un autor como Delibes sea tan poco conocido en México. La razón, la de siempre: hay ciertos libros que no cruzan bien las aguas del Atlántico, sobre todo de Latinoamérica hacia Europa. Son dos universos literarios diferentes que, ciertamente, algunos escritores cruzan, pero no siempre los mejores ni los más necesarios.

Hoy me topé con un texto de Antonio Muñoz Molina, escrito seguramente en un campus de América, titulado "Delibes, a lo lejos" (Babelia, 20 de marzo de 2010). No tiene desperdicio. Es soberbio y establece quizás una comparación que puede abrir las puertas de México al escritor castellano: "de quien está cerca Miguel Delibes en 'El camino', en 'Las ratas', en 'Diario de un cazador', en 'La mortaja' es de Juan Rulfo y de su aspereza alucinada". Ojalá lo lean muchos para facilitar el tránsito de un autor español imprescindible a este lado del Atlántico, aunque se a título póstumo.

martes, 9 de marzo de 2010

Celebrando a ambos lados del Atlántico

El año 2010 es uno particularmente significado para los países de América Latina. Muchos de ellos comenzaron hace doscientos años la independencia y lo están recordando. Para variar, los líderes de la región en general han optado más por el fasto, la grandilocuencia y el adorno que por promover visiones críticas. Sin embargo hay textos interesantes.

Jorge Volpi sugiere un recorrido de cuatro consideraciones, literaria, histórica, por la democracias en su momento actual y por la posible configuración subcontinental en el año 2110 en "El insomnio de Bolívar", un libro prometedor y galardonado con el Premio Debate Casa de América 2009.

Hay ejercicios más modestos como "Camino a Baján", de Jean Meyer, una novela hasta cierto punto fallida en su carátula de ficción pero con documentos y referencias históricas interesantes del historiador del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE).

En general, más que atender a los eventos que se preparan, que tienden a lo espectacular y están orientados al consumo, busquemos esta otra vertiente mucho más nombre de la historia y sus explicaciones. No estamos en tiempo de ajustes de cuentas pero sí de reconocer el origen de las afinidades, la belleza de una lengua que une, el reto del entendimiento y, por encima de todo, del respeto a las diferencias que existen entre los pueblos.

lunes, 8 de marzo de 2010

Dilema papal

Supuestos hijos de Marcial Maciel (1920-2008) han emprendido en México una tarea difícil. Denunciaron públicamente que fueron abusados por su padre, ya fallecido, y responsabilizan a los Legionarios de Cristo, de no haberles compensado por ello. Es un momento complicado, un caso deligado para una congregación que fue de las preferidas de Juan Pablo II y que el actual papa, Benedicto XVI, vigila con lupa.
Un grupo de especialistas cree que el caso que afecta a representa un enorme reto para Benedicto XVI que, de no ser resuelto adecuadamente, podría ensuciar su papado, dijeron varios especialistas en la congregación.

El sociólogo mexicano Fernando González, del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), considera que en 2006 Benedicto XVI intentó hacer de Marcial Maciel "una especie de tumor perfectamente recortable" para "dejar incólume a la Legión de Cristo", algo que fracasó con la aparición de los supuestos hijos del fundador. José Raúl y Omar González Lara, explicaron la semana pasada que Maciel abusó de ellos "durante ocho años" cuando eran pequeños, una vuelta de tuerca más a un caso que ha ganado en presión y complejidad con el paso de los años.

González cree que Benedicto XVI es "uno de los cómplices mayores" de la congregación pero "puede quedar como un héroe" si tiene éxito haciendo una labor parecida a la realizada en Irlanda. En ese país el año pasado quedó asentado en dos informes oficiales, el Ryan y el Murphy, que en los últimos 70 años centenares de niños sufrieron abusos sexuales por parte de sacerdotes irlandeses, sobre todo en la archidiócesis de Dublín desde 1975 a 2004. Ante los Legionarios de Cristo el Papa debe "calcular si tiene que hacer una cirugía mayor", como e Irlanda, e ir "hacia una tolerancia cero", u optar por otras medidas como la disolución, la destitución del actual director general, Álvaro Corcuera y sus más cercanos, o la puesta al frente de la orden de un superior de otra. Según González lo más difícil para el jerarca católico será no destapar "toda la complicidad de las instancias vaticanas desde 1948", algo que alcanzaría a "obispos y cardenales" de organismos como la Sagrada Congregación de Religiosos, la Sagrada Congregación de la Fe, y la Secretaría de Estado

Las denuncias e investigaciones internas ordenadas por el Vaticano se remontan a los años cincuenta del siglo pasado, cuando un grupo de ex seminaristas confesó que habían sido abusados por Maciel. Uno de ellos, José Barba, catedrático del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), explicó recientemente que la inacción vaticana y el ocultamiento urdido desde la congregación impidieron todos estos años "que se haga justicia" y posibilitaron "que mucha gente desilusionada vaya desertando de la orden", fundada en México en 1941. "La gente nunca quiso pensar en que fuera posible que Marcial Maciel fuera un pederasta que sometiera a abusos sexuales a sus propios hijos", agregó en relación con la más reciente revelación.

Para Barba los Legionarios son hoy víctimas de la "soberbia institucional" que han mostrado todos estos años acallando a quienes denunciaron los abusos e intentando desacreditarles. Desde julio pasado cinco obispos han comenzado una inspección del sistema formativo, funcionamiento, de los estados financieros y otros aspectos internos cuya labor está próxima a concluir y que dejará en manos del papa Benedicto XVI el futuro de los Legionarios.

Otra fuente que coincide con las anteriores es el escritor estadounidense Jason Berry, coautor del libro "Votos de silencio. El abuso de poder durante el papado de Juan Pablo II" (2004), el problema del actual Papa es que los Legionarios de Cristo son "una máquina de hacer dinero". Ello hace muy compleja una posible solución porque las decisiones "tienen que ver con propiedades, dinero, líneas de autoridad y toda una historia de cómo la gente (en la congregación) ha sido entrenada", probablemente para el silencio y la ocultación de los abusos del fundador.
Al papa Benedicto XVI Berry le considera "un fundamentalista moral" que tiene ante sí una difícil decisión "política" y "de poder" en la que se juega su futuro una congregación con 800 sacerdotes y 2.600 seminaristas repartidos por dieciocho países.
"No quiero decir que fracasará, espero que no, pero este es un asunto enormemente complejo. La Legión está corrupta y (...) si no termina con la orden como está, y diseña un mecanismo para desmantelarla, seguirá generando escándalos y ello ensuciará su papado hasta el día que muera".

viernes, 5 de marzo de 2010

"La noche de los tiempos" de Antonio Muñoz Molina

Una historia dentro de la Historia. Así se resume un libro más de Antonio Muñoz Molina que está enmarcado en la Guerra Civil española. Es una novela con chispazos, muchos, de historia, con detalles de los que no se escriben en los libros de texto que estudiamos pero están ahí y en muchos casos son fundamentales para comprender lo que sucedió aquellos años.

El autor nos presenta las guerras civiles como una especie de fantasmas que llegan y toman a la población por sorpresa, incapaces de creer que el temor puede instalarse de la noche a la mañana en un país y la normalidad convertirse en algo remoto. La gran conquista de la sociedad española en democracia es el Estado del bienestar pero de algún modo se puede leer en narraciones como "La noche de los tiempos" que nada es definitivo en ningún momento ni sociedad de la historia.

El protagonista, el arquitecto socialista Ignacio Abel, intuye pero no actúa ante la posible guerra que parece estar formándose. Está inquieto a lo largo de la novela, muchos personajes como el propio Juan Negrín, o Manuel Azaña, o José Bergamín, lo están. José Moreno Villa, un secundario en la Historia, es otro de los motores de esta narración, otro de los que presienten una tensión inminente que se desbordará y arrasará con la normalidad española para siempre. Es curioso cómo aquella guerra abrió una herida tan difícil de cerrar, en momentos cuando Baltasar Garzón está a las puertas de ser recusado; o cuando el Gobierno impulsa una ley de la memoria histórica que se ha quedado lejos de restañar heridas y de hacer del pasado algo más de todos los españoles.

En la Historia en mayúsculas Muñoz Molina ensarta otra, la de una infidelidad, un amor prohibido pero sincero, poco duradero, desgarrado más por los maletendidos, por la pasión desbordada, la imprudencia, la expectativa, como todos los amores y los amantes, que por los hechos. Éstos acabarán imponiéndose...

A pesar de la extraordinaria narrativa del autor, no dejó de parecerme un libro algo forzado, que pretendía contar detalles de la Guerra Civil y de otra historia juntos, pero sin que casaran como debían... De las obras del autor, una de las que me han decepcionado un poco.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Marcial Maciel abusó de sus hijos

Los cimientos de una importante congregación religiosa, los Legionarios de Cristo, quedaron sacudidos hoy con un golpe similar al del terremoto ocurrido a fines del mes pasado en Chile. Dos hijos de Marcial Maciel, fundador de la congregación, acusaron a su padre de haber abusado sexualmente de ellos. Públicamente lo dieron a conocer a pocas semanas de que el Vaticano haga público un informe sobre la congregación, muy poderosa y con presencia en más de una decena de países.

En España se dice que Ana Botella, esposa de José María Aznar, simpatiza con la organización. En México la Universidad Anáhuac es uno de sus centros más prominentes. Los intereses de la congregación están en juego y será interesante ver si la autocrítica hace por fin su aparición en las filas vaticanas. Es cuestión de pocos días y quizás acusaciones tan graves como la de hoy precipiten los acontencimientos.

Encomiable fue el modo en que el asunto fue presentado, con la periodista Carmen Aristegui a la cabeza. También llama la atención la valentía de las víctimas, que han destapado una cloaca de la que emana una pestilencia como en pocas ocasiones se ha sentido en la maltrecha Iglesia católica en los últimos años. La religión es cuestión de Dios y de creencias, seguramente, no tanto de entes intermedios, congregaciones, jerarcas, grupos de poder o presión. Sorprende el silencio de los Legionarios y su falta de reacción ante acusaciones tan graves que los ponen al borde de la disolución. La herencia de Maciel no fue obra de Dios sino puro engendro del mal.

martes, 2 de marzo de 2010

Ideas contra palabras

Para E.A.

El periodismo es una profesión simple, sirve para comunicar entre personas ideas a través de palabras. El buen periodismo es algo más: es acertar en la elección de las palabras justas para trasladar las emociones del momento o la persona que pronuncia unas palabras que sin el medio dejarían de ser escuchadas, atendidas o conocidas.

Una historia compleja, como el reciente terremoto en Chile, puede quedar condicionada por palabras como "saqueo", "desesperación" o "insolidaridad" si se cargan las tintas, o se repite en exceso la historia con esas claves nada más. Hay otros términos, "esfuerzo", "esperanza", "unión", que pueden generar otra idea de lo que está ocurriendo en una zona sacudida con violencia y sumida en el "caos" o el "dolor", otras presencias ante esa noticia.

En los últimos meses en México se habla de la "guerra" contra el narcotráfico sin entender que guerra, lo que se dice GUERRA, es otra cosa distinta a un despliegue de fuerzas militares. Se habla de crímenes como suma, de sangre como multiplicación, de seguridad como resta y de desesperación como división. Es la aritmética de un México en apuros, con problemas, pero también una visión parcial, tendenciosa...

Es importante usar las palabras con su cadencia propia, darlas en la dosis justa, hacer entender lo que sucede con claridad y sin relatos recargados que sirven más al ego de quien escribe. No pesan igual "guerra" o "conflicto"; "amor" y "cariño"; "traición" o "muerte"... No es lo mismo "gozar" que "sentir", "discutir" que "pelear", "gemir" que "gritar", o "querer" que "desear". Mi reto diario es elegir la palabra con la cadencia justa, una profesión, una vida, una actividad que me entusiasma y que es el periodismo.

miércoles, 17 de febrero de 2010

América Latina está que arde

América Latina se está calentando. Al menos es sería lo más destacado del informe de la ONU "Objetivos de Desarrollo del Milenio: avances en la sostenibilidad ambiental de América Latina y del Caribe" , que alerta sobre tasas de deforestación galopantes, superiores en el doble a las mundiales.

El tema no es baladí. Va a ser uno de los que estén seguramente en el centro de las discusiones sobre cambio climático de la próxima Cumbre de la ONU sobre el asunto, la que se desarrollará del 29 de noviembre al 10 de diciembre en Cancún (México).

México ha acogido otras conferencias de este tipo en el mismo destino. La gran ventaja para el anfitrión será la facilidad para aislar la zona de las discusiones, el palacio de Congresos, de los globalifóbicos debido a las características que tiene la zona hotelera de Cancún, un corredor largo y estrecho, lleno de grandes hoteles de grupos turísticos internacionales, a los que no se puede acceder más que por una carretera que es sencilla de estrangular. Lo sustantivo de la cita quedará para otro momento pero por ahora advertir que esa cumbre será un búnker en el que habrá muy poca presencia operativa de la sociedad civil...

lunes, 15 de febrero de 2010

Luis Cernuda vive en México, para siempre

Visitó estos días Ciudad de México Antonio Rivero Taravillo, un biógrafo apasionado del poeta sevillano y universal Luis Cernuda (1902-1963). Cuenta Rivero que vino a empaparse del personaje para sentir de cerca por qué se instaló en México en los últimos años de su vida. Sin duda su amistad con el malagueño Manuel Altolaguierre y su esposa, Concha Méndez, debió ser decisiva, pero también la afinidad de Cernuda con Octavio Paz, un escritor a quien había conocido en el congreso de escritores de Valencia de 1937.

Cernuda, dice el biógrafo, vino a México a sabiendas de que era el viaje definitivo, y se instaló en la pequeña Andalucía de la capital mexicana, el barrio de Coyoacán, un rincón que, en el contexto de masificación, saturación de tráfico y tráfago de la ciudad, aún conserva ritmos distintos, pausa, bardas floridas, color, belleza...

La ciudad de México es buena para esconder la hermosura de su gente pero Cernuda encontró en ella el amor a Salvador Alighieri y también a la lengua. Así lo entiende el industrioso biógrafo que está por sacar el segundo libro dedicado a Cernuda, esta vez centrado en sus años sevillanos tras haber dedicado unos años a los españoles (1902-1938).

sábado, 13 de febrero de 2010

Yasunari Kawabata: paseo por Kioto

Literatura cerrada. Pocos personajes, insularidad japonesa. Kamakura y Kioto, las ciudades donde Kawabata sitúa la trama. La primera fue el lugar donde él vivió y perdió la vida. Suicidio sin explicaciones. También donde donde se refugia Oki, un escritor con cierto reconocimiento, en una vida sin amor, en una existencia que se está agotando y necesita revivir en momentos pasados.

La historia está llena de intenciones, de viajes y encuentros simbólicos, poca acción, más reflexión y pensamiento. Es un estilo pesado, estética pura, detalles precisos de un momento, de un encuentro, de un estado de ánimo... Descripciones extraordinarias sobre un obi (cinturón del kimono) o del dibujo y los colores de los estampados de cada prenda.

Es ahí donde explota Kawabata, un escritor fascinante, que alimenta esa literatura japonesa vuelta sobre Japón. Cierto enclaustramiento, búsqueda de lugares particulares, un jardín especial, el palacio del musgo, el sentido de un jardín zen, una tarde concreta, con sus tonos naturales y colores, un camino en la montaña.

Hay una estética del gusto pero con cierto esfuerzo, equilibrios muy cortos, momentos perecederos que se escapan deprisa. El libro se parece a un paseo por los templos de Kioto en alguna época propicia, octubre quizás. Los protagonistas están en la hermosa ciudad en diciembre, momento de mucho frío, fría relación, pasado, recuerdo, dolor, duda. Giros lingüísticos particulares de la gente de la urbe, que habla sobre el clima, que oculta más que dice aunque las palabras sean lo que más se ve. Es una literatura en estado puro, personal, unida tan de cerca al lugar que conozco, que te hace sentir allí otra vez...

Slim for NYT president!

El empresario mexicano Carlos Slim, el segundo o tercer hombre más rico del mundo, acaba de comprar nuevas acciones del New York Times. Se ha convertido en el segundo mayor accionista del prestigioso diario con el 16,3% de los títulos, sólo superado por el 19% de la familia Ochs-Sulzerberg, la que controla el periódico desde fines del siglo XIX. Al magnate le sobra "lana" y su víctima esta vez ha sido posiblemente el diario de más alcurnia de Estados Unidos.

Si en el pasado los medios de comunicación fueron exponentes del pluralismo y adalides de las libertades, en este momento la operación se convierte en una puñalada por la espalda a ese tipo de principios. La información de hoy es negocio, cada vez con menos sentido público. Capturar audiencias es sinónimo de comprar consumidores, facturar publicidad, entretener antes que formar o enseñar, antes que hacer pensar... ¡Peligro!

¿Por qúé? Quizás porque los periodistas del NYT llevan meses preguntándose por qué el tercer hombre más rico del mundo no quiere canalizar parte de su inmensa fortuna a la filantropía. Posiblemente porque buena parte de la obra social que promueve representa demasiado poco en comparación con lo que él toma de la sociedad donde se inserta. Puede que porque el NYT sea un excelente negocio en tiempos de crisis, y quiera convertirlo en lanzadera de un nuevo gran proyecto de comunicación en EEUU.

Así es Slim, un ciudadano espectacular, imprevisible, un orgullo para México quizás, por lo que ha logrado solo... ¿Solo? Leí hace tiempo que un renombrado filántropo estadounidense contaba que parte de los millones de dólares que destinaba a sus proyectos eran la muestra de agradecimiento a una sociedad que, dentro de las reglas existentes le había permitido amasar una inmensa fortuna... En el caso de Slim es un hombre al que le ha ido bien, que seguramente ha luchado y trabajado mucho pero al mismo tiempo se ha aprovechado de los huecos, deficiencias, inconsistencias legales y dinámica de un gran país en vías de desarrollo, México, donde la ley no depende de principios sino de voluntades. Algunos elogiaran el pragmatismo y la visión del magnate; a mí me parece que lo que representa es de nuevo los excesos del capitalismo feroz, más feroz todavía en países con Estados débiles y una de las regiones del planeta, América Latina, con unos escandalosos índices de desigualdad que pocos gobiernos se atreven a combatir...

viernes, 29 de enero de 2010

Mishima y el marino que perdió la gracia del mar

Yukio Mishima, como se conoce en el mundo de las letras a Hiraoka Kimitake (1925-1970) fue un escritor difícil de interpretar, no sólo por sus libros sino por su trágico final. Hace años me recomendaron este pequeño libro, "Gogo no eiko" ("El marino que perdió la gracia del mar", Alianza) que ha resultado fascinante.

Sus protagonistas son una pareja de japoneses que se acaban de conocer, adultos, y se enamoran. Es un flechazo casi infantil, quizás platónico, pero se convierte en el eje de la novela, un fino argumento que cuenta cómo Fusako y Ryuji se miran, se desean, se aman...

Al lado de ellos está el hijo de la viuda, el pequeño Noboru, quien en apariencia es un adolescente inocente, apenas descubriendo el valor de la libertad y de la vida, que se transformará en un verdadero monstruo implacable. A su lado aparecerá su pandilla, un pequeño grupo de amigos de trece y catorce años que con pequeñas decisiones rompen con la noción de que la infancia es la edad de la inocencia.

Juntos, sociedad japonesa en estado puro, los amigos decidirán si el marido admirable, el marinero que vio tanto mundo, el hombre enamorado, Ryuji, tiene o no derecho a vivir en un mundo nuevo, que quiere construir sobre la base del amor pero que sucumbirá sin contemplaciones al destino trazado por esos niños, esa sociedad terrena, ese Japón de jerarquías, méritos, privaciones, enemigo de la libertad...

Intraducible

La niña tiene dos años y aún no habla. Se llama Sonali. Sin embargo ya maneja su lenguaje propio, unas cadenas de sonidos más consistente que un simple balbuceo pero totalmente intraducible por ahora. Si uno presta la debida atención se dará cuenta de que a veces esas series de sonidos especiales se repiten. El primer impulso es buscar la semejanza con las palabras pero no lo son. Su pretensión es menor, su textura más plástica, flexibles, personalísimos. Algunas de esas tonalidades se pueden parecer a determinado idioma, español o chino, contienen variedades de lenguas que existen pero no conozco, seguro. Es todo un espectáculo escuchar a Sonali.

Un amigo musulmán dice que ellos piensan que todos los niños, cuando nacen, pertenecen a esa religión por su pureza. Dejemos de lado la dimensión relgiosa de su plantamiento me quedo con lo que bien podría ser una modesta hipótesis sobre las reglas y usos de la lengua: ¿No será esa sucesión de sonidos la lengua más pura, la forma lingüística más perfecta? ¿No seremos los seres humanos, con nuestra Babel lingüística unos ignorantes incapaces de mantener por mucho tiempo esa sabiduría natural, innata, que tienen los más pequeños en esa fase de lenguaje que parece absolutamente intraducible? A veces pienso cuando escucho que la pequeña me está dando a su manera, y sin exigirme demasiado, una inmensa lección de humildad.

martes, 26 de enero de 2010

Los guardianes de la playa de Chacala

El estado mexicano de Nayarit, en el occidente del país, es aún una joya natural. Cuenta con unas playas hermosas como Chacala, ubicada a unos 150 kilómetros al norte de Puerto Vallarta. Es un lugar de ensueño que he visitado en dos ocasiones en los últimos dos años. La primera vez fue a fines de 2007. Llegar a Chacala era un descubrimiento. Viajamos en temporada baja y disfrutamos de cuatro días de hermoso sol, de mar, de amabilidad en general de la gente que atendía a los visitantes, en restaurantes sencillos pero de gratísima presencia.

Hace unos días, en la nueva visita, lo que encontré fue algo distinto. El camping que invitaba a cualquier viajero o turista de bajo presupuesto a acampar prácticamente a pie de playa había desaparecido. En su lugar había dos policías estatales que preguntaron adónde iba y tomaron la matrícula del coche. No se presentaron ni dijeron a quién representaban...

Unos días después de estar en Chacala he sabido que hay un plan para vender un terreno a pie de playa para hacer un gran desarrollo hotelero. Los habitantes locales se oponen pero parece que es deseo del gobernador Ney González, del peor Partido Revolucionario Institucional (PRI). México cuenta con 12.000 kilómetros de costas pero se ha apresurado en los últimos años por ofrecerlos en precio de saldo y pasando por delante de las consideraciones de los pobladores de esos lugares a las grandes multinacionales españolas y estadounidenses del turismo, así como a empresarios locales. Existe un movimiento que no es indiferente a estos cambios, que está surgiendo desde abajo en Chacala, y que no quiere que ese pequeño paraíso sea expoliado. De partida es una lucha desigual, la de siempre, entre los intereses de la política y el dinero, contra los de los habitantes de un pequeño rincón soleado de la costa del Pacífico mexicano...

sábado, 2 de enero de 2010

Sinfonía de antihéroes

Primero fueron "Los rojos de ultramar" (2004), después "La última hora del último día" (2007) y ahora "La fiesta del oso" (2009), tres historias protagonizadas por personajes derrotados con la Guerra Civil en el fondo. No es fácil perder pero sí necesario para ser un buen ganador. No hay ganador sin derrota, sin capacidad para entender que puede haber un mal día, una racha difícil, una etapa oscura en la historia de una persona o un país.

El problema es que la racha dure, se prolongue más de lo necesario o sea negada por el afectado. Ese podría ser el diagnóstico de la España actual desgastada por el debate de la memoria histórica. Soler tiene claro que hubo ganadores y perdedores y se ha quedado con los últimos. Es una manera sabia de encarar el dolor y el pasado, posiblemente la más congruente.

Las novelas no solucionan guerras ni reparan entuertos pero ayudan a entender con más amplitud la Historia, desde la perspectiva del corazón y de los sentimientos. Es la intrahistoria de Miguel de Unamuno. El libro de Soler es desolador pero a la vez conmovedor, sobre todo en su escena final, una gran fiesta mediterrána que tiene a un animal y a un hombre como víctimas. Es una novela hecha con de "desparpajo", que mira al pasado sin lecciones que dar pero reconociendo que el futuro de una sociedad depende de su capacidad para verse y reconocerse completa. Algo que no es posible aún en España, que arrumbó en un rincón a los perdedores...

Un detalle más. Carles Geli, de El País, me descubrió una faceta desconocida de Soler, su manera de escribir con música. Dice que escribe sin tomar ni hacer esquemas, lo que daría a sus libros una dimensión sonora propia.