lunes, 25 de mayo de 2009

El poeta que me enseñó lo que era la tortura

Cuando se habla de literatura se cree que los poetas escriben sobre todo para gente culta. Sin embargo hay muchas excepciones a esa regla, una de ellas el uruguayo Mario Benedetti. Dicen que hace unos años cuando vino a México la gente que no cabía en el Palacio de Bellas Artes para escucharle se sentó en las afueras del portentoso edificio porfiriano y escuchar el recital de Benedetti. Un lugar que sólo se usa para ocasiones especiales quedó entonces ampliamente rebasado.

Reconozco que no he leído lo suficiente a Benedetti como para entrar a detalle en su obra pero sí confesaré algo: ha sido el escritor que me ha enseñado de forma más auténtica lo que debe ser la tortura.

"Pedro y el Capitán" (1979) es un relato corto, con forma de obrita teatral, que en cuatro tiempos relata el interrogatorio a un desaparecido. Lo que en principio tendría un final harto previsible se revierte y el torturador cae en un proceso en el cual queda a merced del torturado, que responde a cada desafío con silencio, con imaginación y con el convencimiento de que no pierde el hombre que desaparece, sino aquel a quien su conciencia no le deja descansar en vida. Una joya, un reflejo de una parte histórica de las dictaduras sudamericanas. Trasladable a cualquier otra, por supuesto...

domingo, 24 de mayo de 2009

Gripe AH1N1: Las razones de Patarroyo

Menos atención de la deseable recibió el colombiano Manuel Elkin Patarroyo al comentar el pasado 15 de mayo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) había tenido una reacción exagerada ante la gripe A. Muy crítico esta eminencia en investigación sobre la malaria afirmó que la agencia sanitaria de la ONU había puesto "a todos histéricos y absolutamente temerosos" con sus decisiones de las últimas semanas.

Quizás en parte a ese error de cálculo contribuyó el subregistro de muertes que había en México relacionados con la gripe A. Despistó ver en un primer momento caer muertos y muertos por una neumonía atípica. A día de hoy son 86 en el mundo, de los cuales México tiene 80 casos.

Recordó Patarroyo que cada diez segundos muere en el planeta una persona por malaria y nadie se rasga las vestiduras. Ningún sistema sanitario, con los focos puestos sobre él, aguantaría un grado de letalidad así. Lo que sucede es que la gripe causada por el virus AH1N1 ha sido toda una novedad, un éxito mediático inmediato, por lo desconocido y su potencial destructor inicial, que luego resultó ser fatuo, casi un fuego artificial. La humanidad no estuvo en peligro esta vez, como afirmaron en México. La OMS se pasó.

Patarroyo tiene razón al señalar que el mundo debería actuar de manera menos emocional a las malas noticias, diarias, que nos rodean. Necesitamos ser un poco más consecuentes con el día a día, con los nefastos datos cotidianos, menos llamativos que unos espectaculares e inesperados fuegos/juegos artificiales... Y ser más receptivo y consecuente con las buenas.

jueves, 21 de mayo de 2009

Gripe AH1N1: ¡Besad, besad, malditos!

Ciudad de México retiró hoy la emergencia sanitaria que mantuvo desde el pasado 23 de abril, cuando se conoció que el nuevo virus de la gripe A estaba causando estragos en México. Hasta hoy 75 personas murieron y más de 3.600 quedaron contagiadas por un virus de letalidad baja pero de fácil contagio.

El alcalde de la capital mexicana eligió una frase sugerente para expresar que la emergencia había terminado: "Ya se pueden besar", explicaba esta mañana en rueda de prensa. Las corbatas reaparecerán, los saludos de mano también, y los besos en las mejillas volverán a estar presentes en las salutaciones de unos y otros...

Prefiero hablar de "nueva normalidad" que de superación de una crisis que, a mi juicio, destapó las carencias de un sistema de salud precario, acorde con un país con enormes disparidades y carencias, y de un Gobierno trabajador pero con limitaciones para admitir las carencias reales del país.

jueves, 14 de mayo de 2009

Gripe AH1N1: ¿influenza mediática?

El Consejo Nacional Agropecuario (CNA) celebró hoy una reunión en México para, simplemente, reiterar que el consumo de carne de cerdo es seguro. Golpeados por el falso dicho de que la gripe AH1N1 había tenido su origen en los cerdos, ha visto caer drásticamente las ventas de sus productos en México.

Pocos datos nuevos en la reunión pero una preocupación. Un empresario asistente al acto, en el que sólo se aceptaron cuatro preguntas de los empresarios, dijo que ellos habían sufrido una especie de "influenza mediática", que los periodistas habían escrito de lo que no sabían, con ligereza, y causado importantes pérdidas al sector. Nuevamente, murió el mensajer.

Si bien falta aún una visión crítica de cómo se informó de la epidemia, lo cierto es que las etiquetas no las inventaron los medios sino que salieron de organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la que etiquetó como "gripe porcina" la epidemia en un primer momento.

Esa calificación sigue en los medios estadounidenses ("swine flu") y sería injusto atribuir a todos los medios un manejo inadecuado de la epidemia. Sin nosotros las medidas preventivas no se habrían conocido y la situación hubiera derivado en el caos. Piensen dos veces, más allá de los estrechos intereses de un sector, cómo habría reaccionado la sociedad ante una epidemia como ésta sin periodistas responsables. Admito, sin embargo, que no todos lo son pero no hagan pagar a justos por pecadores.

domingo, 10 de mayo de 2009

Gripe AH1N1: manejo de crisis a la japonesa

Un joven periodista japonés que vivía en México me escribió hace pocos días para despedirse. Se acababa de marchar a Japón y de alguna manera intentaba disculpar con una despedida por correo electrónico el hecho de no habernos visto ya. El periódico para el que trabaja tiene un sistema por el cual cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) eleva a nivel 5 (de 6) su alerta, repatría de ese país a su personal. Bravo por ellos.

Lo que me dejó pensando no fue el regreso repentino de mi amigo sino la segunda parte de su mensaje. Se encontraba en Narita, el aeropuerto internacional de Tokio, donde había ingresado a un hotel donde permanecería una semana en espera de saber si tenía los síntomas del virus AH1N1.

Esa fue la parte triste del mensaje, la que me da a entender que en Asia hay otros valores, que es lo más normal del mundo anteponer la comunidad al individuo y que, por tanto, su noción de derechos es diametralmente distinta a la nuestra, de corte occidental.

Me queda la duda de qué sensaciones atraviesan en esta semana solitaria la mente y el corazón de Hide. Él decía que esperaba regresar a México y terminar sus estudios pro puede que, nuevamente, los valores colectivos se impongan a los individuales y que su deseo no se cumpla. Tiempo al tiempo.

Gripe AH1N1: el cubrebocas

Se ha convertido en las últimas tres semanas en un auténtico símbolo en México. Expresa mucho: miedo al virus de la gripe A, deseo de vivir, respeto al prójimo... Una eminente epidemióloga mexicana me decía hace poco que para ella era un símbolo de la participación de millones de personas en la epidemia. Uno se protege pero al mismo tiempo priva de riesgos a los demás... Para las autoridades son una muestra del compromiso en la lucha contra el virus, pero como tantas veces a lo largo de tanto tiempo en México, un pobre compromiso mínimo.

Fabricar un tapabocas no debe ser caro. Escuché a algunos decir que un peso (0,05 euros). Sin embargo la picaresca de este país no tiene límites y sin duda une a los más pobres con los más villanos. Éstos últimos los han llegado a vender a diez pesos... diez veces más de lo que cuesta hacerlos, diez veces más la miseria humana presente. Da igual las veces que sean.

La miseria y la podredumbre también anidan en la sociedad mexicana de hoy. Los hay incluso que han utilizado las mascarillas para sus asaltos. Es normal llevarla, también lo es robar, una oportunidad de oro para los amantes de lo ajeno.

Quizás de todo lo que representa el cubrebocas me quedaría con una cosa, la que me comentaba la epidemióloga Patricia Volkow: muestra el deseo de la gente por participar de una crisis, y nos deja pensando que la sociedad puede ser mejor. ¿Por qué?, le pregunté. Porque muestra el deseo de tanta gente por unirse, por qué no, para construir una sociedad mejor.

sábado, 9 de mayo de 2009

Gripe AH1N1: ¿influenza mexicana?

Los momentos de crisis son propicios para apelar al nacionalismo. Lo ha hecho México estos días, víctima de medidas discriminatorias para sus productos y ciudadanos por la gripe A pero al mismo tiempo para tratar de cubrir o justificar algunos comportamientos dudosos.

Me llamó poderosamente la atención que el primer decreto contra la epidemica de influenza que sufre el país fuera un decreto del presidente Felipe Calderón el pasado 25 de abril en el que permitía aislar a pacientes y permitir a funcionarios ingresar a casas donde se detectara que había alguna persona afectada por el virus.

No pretendo cargar las tintas contra el gobernante sino más bien llamar la atención sobre actitudes autoritarias mostradas, y sobre discursos inflamados contra otros países que, en algún caso como en China, han discriminado a mexicanos sanos.

"Yo lo que quiero decir es que México está haciendo bien su trabajo con el mundo, estamos actuando con mucha responsabilidad (...) Y que no es justo y no se vale, y no sirve de nada el estarle poniendo medidas discriminatorias a los mexicanos, algo que parece en extremo", dijo el 6 de mayo pasado ().
Un día antes defendió con plena justicia a los trabajadores pero no perdió ocasión de hablar que México había defendido "a toda la humanidad de la propagación de este virus".

Ayer 8 de mayo fue un día clave para la epidemia pues Estados Unidos superó a México en la cifra de contagiados (1.634 en EE.UU. frente a 1.365 en México). Ello podría significar el principio del fin para la mal llamada "gripe mexicana", aliento de excusas y actitudes xenófobas estos días contra algunos mexicanos y contra quienes vivimos en este país.

viernes, 8 de mayo de 2009

Gripe AH1N1: Salud conocía desde hace meses el riesgo por influenza pandémica en México

El 4 de diciembre de 2008 el Secretario de Salud de México, José Ángel Córdova, se reunió con un grupo de corresponsales extranjeros. Uno de ellos le preguntó cuál era la situación en México en relación con el virus de la influenza. Su respuesta ponía los pelos de punta: "El riesgo en el mejor de los escenarios es que podríamos tener hasta un millón de muertes o un poquito más en un período de dos o tres meses. En el peor de los escenarios esto podría estar multiplicado por cinco", detalló.
Sólo la agencia de noticias italiana ANSA sacó una breve información con la revelación, que casi cinco meses después ha recobrado actualidad ante el riesgo de pandemia.

El titular de Salud dijo entonces que una eventual llegada de la influenza iba a afectar a varios sectores: salud, economía, educación y transportes. El ministro preveía un escenario en el que el virus, él pensaba entonces en el causante de la gripe aviar (con una letalidad cercana al 70% frente al 1,4% del AH1N1 de la gripe A), llegaría por contagio humano a humano en una persona infectada que entrara en México por el noroeste del país, esto es desde San Diego o a través de Los Ángeles, uno de los aeropuertos que conectan a México con Asia.

Ya entonces el Gobierno mexicano, a través del ministro, reconocía que la mayor dificutad estaría en "dónde ubicar a las personas" pues "no habría suficientes hospitales y la mortalidad sería precisamente por ello". Preveía falta de medios en el sistema de salud mexicano para atender a los contagiados y anticipaba que México quería comenzar a producir vacunas contra la gripe a partir de 2012 asociado a un laboratorio extranjero.

El 23 de abril pasado el Gobierno mexicano declaró una alerta sanitaria y admitió que había numerosos contagios y víctimas mortales. A día de hoy son 45 muertos y 1.654 contagiados. No es que no supieran los riesgos que existían sino que no hubo los medios ni la determinación suficientes para hacer frente a esta situación, que se ha tornado crítica. Lejos, muy lejos del dicho del presidente Felipe Calderón de que su país actuó "de manera oportuna" y "con prontitud" ante la contingencia.