miércoles, 4 de abril de 2012

Benedicto XVI en México (segunda parte)

El papa Benedicto XVI saldó su deuda con la muy esperada y deseada visita a México del 23 al 26 de marzo pasados pero dejó sin consuelo a las víctimas mexicanas de abusos sexuales cometidos por el fundador de la Legión de Cristo, Marcial Maciel, a quienes no recibió.
La sede del viaje fue terreno amigo, tres ciudades de Guanajuato (León, Silao y Guanajuato), un estado gobernado por el conservador Partido Acción Nacional (PAN), el de Calderón, y con un 93% de población católica, por encima del promedio nacional (83%).
El acto culminante de la visita fue la multitudinaria misa celebrada el 25 de marzo en el Parque Guanajuato Bicentenario, donde Benedicto XVI advirtió contra la fe "superficial y rutinaria, a veces fragmentaria e incoherente" y exhortó a los cristianos a superar "el cansancio" de la fe ante unas 640.000 personas que le acompañaron.
Pese a que Benedicto XVI había condenado y deplorado en numerosas ocasiones los abusos sexuales contra los pequeños por parte de clérigos pederastas, en México no se encontró con víctimas de los cometidos por Marcial Maciel (1920-2008), un sacerdote mexicano muy cercano en vida al hoy beato Juan Pablo II (1920-2005).
Hace días una de las víctimas, Juan José Vaca, reprochaba al papa "haber ignorado" a ese grupo de personas en su visita a México y descalificaba al "indignísimo" clero mexicano, representado en la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) por no haber posibilitado ese gesto hacia las víctimas de Maciel.
"¿Por qué no ha querido usted en México estar cerca de las víctimas del tan ignominioso sacerdote Marcial Maciel?", le inquiría en una carta abierta al fundador de los Legionarios de Cristo, congregación creada el 3 de enero en 1941 y autorizada por la Santa Sede en 1948.
Foco de controversias desde que comenzó su vida religiosa, el papa Benedicto XVI le exigió el 19 de mayo de 2006 a Maciel renunciar a todo "ministerio público" de su actividad sacerdotal y a llevar una vida retirada.
Por su avanzada edad, Benedicto XVI determinó que no fuese sometido a ningún proceso canónico pero intervino su congregación, que en 2010 reconoció que Maciel abusó sexualmente de seminaristas menores, tuvo "otros graves comportamientos" (consumo de drogas) e hijos con varias mujeres.
Los encuentros con víctimas de sacerdotes pederastas han sucedido ya en Estados Unidos y Australia (2008), en Portugal y en Malta (2010), y en Alemania (2011), no así durante la estancia de estos días en Guanajuato.
Algunos críticos del viaje han señalado que el mismo sirvió sobre todo al Gobierno mexicano para proyectarse ante la opinión pública a pocos meses de las elecciones presidenciales del 1 de julio.

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