Me encontré con la escritora estadounidense de origen canadiense Rivka Galchen en la librería "El Conejo Blanco" del barrio de La Condesa. Apartó su laptop y empezamos a hablar de "Perturbaciones atmosféricas" (Almadía, 2010; Atmospheric Disturbances, 2008) sin prisa. Es lo bueno de sacar algunas entrevistas del estricto horario de trabajo.
Rivka (1976) era doctora de medicina general en Nueva York, una profesión en la que entró presionada un poco por los suyos y a la que se dedicó, posiblemente, sin pasión, pero colgó los trastes y entró en el mundo de las letras. Su primera incursión ha sido una novela sobre el amor y los equívocos que encierra, una reflexión sobre cómo se puede perder la capacidad de amar con el paso del tiempo, anclados en la imagen de alguien que fue, y ya no es, alguien que estuvo pero que se transformó, quizás, en otra persona, con el paso del tiempo. A menudo no sabemos cómo interpretar los cambios en las personas a quienes más queremos, con quienes convivimos hoy o lo hicimos en el pasado. La sombra de lo que fueron puede ser muy alargada, años, décadas, y crear en torno a ellas una imagen distinta a lo que son.
El tiempo y la distancia son imponderables, circunstancias que condicionan casi todo lo que somos pero no podemos permitir que el presente quede anclado únicamente en ideas o imágenes del pasado, monstruso o ideal, que ya vivimos. Curioso, que por un lado vivamos un culto al presente y al momento, y que por otro, como sucede con Galchen, lo que viene del pasado domine tanto un momento en nuestras vidas que se convierta en algo demasiado alejado de la realidad, capaz incluso de matar, inmisericorde, la pasión y el amor.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario